El pasado domingo 25 de abril celebramos, unidos como Iglesia, el IV domingo de Pascua o también conocido como la fiesta litúrgica de Jesús, el Buen Pastor. Nuestra amada Arquidiócesis de Tlalnepantla, se mantiene jubilosa por la Admisión como candidatos al orden Sagrado, institución de ministros lectores y ministros acólitos.
Días previos a este gran acontecimiento, la Iglesia de Tlalnepantla, dio inicio a una intensa Jornada de Oración por la Vocaciones (JMOV) y, de esta manera, en muchas otras diócesis de la Iglesia Universal. Nuestro Seminario se unió a este acontecimiento ofreciendo una Vigilia de adoración ante el Santísimo Sacramento, durante la noche se realizó la transmisión en las plataformas digitales de nuestro Seminario, orando por el aumento y la perseverancia de las Vocaciones.
Con gran espíritu de oración, con un incesante ánimo y con gran entusiasmo, pusimos en las manos de nuestro Padre Dios, las intenciones de todas las familias (matrimonios), laicos, consagrados y consagradas, por los sacerdotes, por la vocación a la vida y a la santidad. Dentro de esta situación compleja, en este tiempo donde nos toca vivir, queremos seguir afianzando y fortaleciendo nuestra oración.
Nos alegramos al contemplar los frutos que Dios, nuestro Señor, concede a nuestra Iglesia, pero también oramos por todas aquellas personas que sufren la pérdida de sus seres queridos, familiares y amigos, así como, por el fin de la emergencia sanitaria en la que nos encontramos.
Fatiga, gratitud, ánimo y alabanza han sido las palabras clave que nos ha querido hacer llegar el Papa Francisco a través de su mensaje con motivo de esta jornada. Nos unimos al lema que nos propone el Papa: «Cristo vive y te quiere vivo». Sabemos que Cristo vive y que juntos somos más, pedimos la mediación de María, la que acogió la llamada de Dios, ella que entregó su propia vida.
¡No nos cansemos nunca de orar!
Seminarista: Eduardo Armando Duarte S.
(Etapa de Discipulado)



